lunes, 16 de julio de 2018

Fragmentos de terror... EL GRAN NEGOCIO



Hay objetos que les podemos sacar mucho dinero, claro hay que venderlos en el momento mas adecuado.


EL GRAN NEGOCIO


Era un objeto extraordinario, se le conocía como el espejo Mi-yo, se lo había comprado a un pepenador ingenuo por solo quinientos pesos. Y apenas el día de hoy tenía ya tres interesados en él: El primero era un viejo coleccionista de antigüedades y antiguo cliente, me ofreció $15,000 por él. El segundo era un extranjero curioso que venía de paso, me daba unos mil dólares, algo así como dieciocho mil pesos. El tercer y mejor de ellos, fue un millonario excéntrico que me ofreció el doble de la mejor propuesta, es decir 36 mil pesotes para mi bolsillo. A todos les pedí su teléfono y les dije que a más tardar mañana les daría una respuesta.

  Con el tiempo he aprendido que cuando se trae un gran objeto, no se debe de vender al primer postor pues siempre llegan más ofertas y mejores. Solo era cosa de paciencia y ambición. Igual con el tiempo aprendí cuando una oferta era casi definitiva, y la de aquel millonario iba a ser la mejor, por lo que estaba decidido a hablarle para cerrar el trato antes de que se arrepintiera.

  El timbre sonó, vi a un hombre delgado y de gabardina. Faltaban diez minutos solo para que cerrara, pero las bajas ventas de este año no me podían permitirme el lujo de rechazar una posible venta. Aguantaría mis ganas de hablarle al millonario y embolsarme treinta mil. Apreté un botón y la puerta se abrió. El hombre entró y se quitó su gabardina colgándola en mi perchero, afuera llovía a cantaros.