lunes, 6 de mayo de 2019

Fragmentos de terror... LAS GAVIOTAS

Todo viaje de crucero tiene sus riesgos...


LAS GAVIOTAS 




Estaba por regresar a mi tierra, la niebla estaba menos densa y las primeras gaviotas estaban apareciendo. Mi hija se había quedado dormida hace unas horas, estaba muy cansada, era de esperarse; todo esto había sido demasiado para ella, no todos los días se sobrevivía de milagro.

  — ¿Ya vio la isla, señito? —me dijo Yevé, el costero, con una sonrisa; su rostro se veía agotado y sus brazos más, después de tanto braseo. Para mi fortuna era un hombre corpulento y de mucha resistencia.

  — Si —le dije devolviéndole la sonrisa; le debía tanto, sin su ayuda no podría haber escapado de ese monstruo, ni hubiera podido remar durante tantas horas entre la neblina para llegar al punto en el que estábamos—. Es cuestión de minutos para que todo esto acabe.