La ciencia siempre ha buscado la vida en otros planetas, quizá algún día, en base a un riguroso método científico y la prueba y error constantes, lo logré...
PRUEBA Y ERROR
—
Te
digo que cuando logre concatenar todas las intersecciones de destellos se podrá
encapsular la energía conjunta —me dijo Leopoldo con su extraño lenguaje. ¡Vaya
idea mía de trabajar con un científico genio!
Comenzó a ajustar los espejos,
los había acomodado de manera sincronizada para que cuando la primera luz del
sol entrase, reflejara los rayos en el siguiente espejo y en forma de cadena,
siguiera el reflejo hasta llegar al receptor de energía: un cuarzo especial.
Todos estaban unidos por tubos de espejos para que no se dispersara la luz y
pudiera llegar de un espejo a otro. Cada espejo tenía una pequeña lupa que
estimulaba la energía haciéndola más fuerte para llegar al siguiente y poder
concentrar más la luz hacia el objetivo. El laboratorio se veía como una
serpiente llena de espejos y cilindros vidriosos a su alrededor.