Dicen que los espejos tienen poderes mágicos y nos pueden transportar a otros mundos, pero ¿ qué hay de las lupas?
EL VIGILANTE
Elena bajó las amplias escaleras que conducían
a la salida de la casa. Era ridículo el tamaño de estas para la pequeña
vivienda. Arriba solo había dos cuartos habitación y uno de servicio. Abajo
había una pequeña sala, un baño y una cocina igual de grande y estorbosa como
las escaleras mismas. Dejó sobre una mesa el quinqué, ya no lo necesitaría; con
él había encontrado la lupa que en un principio creyó que iba a ser muy grande,
pero era tan diminuta como su mano. En el mango del objeto tenía un símbolo
raro que la distinguía. Quitó el tablón que atrancaba la puerta y la abrió, un
chirrido rompió el silencio y le indicó lo averiada que estaban aquellas
maderas. Miró por última vez la casa y su penumbra y salió.