lunes, 11 de junio de 2018

Fragmentos de terror... NINFOMANA



El terror, el sexo y los excesos al limite...




NINFOMANA 



Siempre le había echado la culpa a su ex novio, lo apodaba el hotter, y en cierto modo él la había orillado a esa manía sexual. El sexo entre ellos había empezado en la segunda cita y fue muy intenso —como buenos jóvenes en su edad—. Pronto llevaron sus experiencias sexuales a probar con juguetes eróticos y ver mucho porno. Y cuando todo esto les cansó (muy pronto), siguieron con sexo duro, intercambios swingers y hasta orgías.

  Los años pasaron y el hartazgo de la relación orilló a que se separaran. Karla se cansó de lo que hotter podía ofrecerle, y quería a alguien más comprometido para casarse. Al poco tiempo conoció a un chico serio y muy formal, era todo un caballero y un príncipe, tanto que no tuvieron sexo hasta que se casaron (y eso que ella le acarició los testículos desde la primera cita). Karla se aguantó y llegada la luna de miel, tuvo una desagradable sorpresa pues su príncipe no tenía ni una décima parte del vigor del hotter. Pensó que con el tiempo eso cambiaría y que la frecuencia sexual la llegaría a complacer.